¿Co-redentora o "Mediadora" significa "Co-Salvadora"?

¡Sí! Esto es por lo que algunos de mis amigos evangélicos piensan que los católicos han puesto a María junto a Jesús como "Co-Salvadora". Dicen cosas somo las siguientes:

Estos es el acabose. Los católicos están completamente fuera de sí y desvían la atención de la gente de Jesús para enfocarlos en una mujer muerta cuyo ministerio terminó con el nacimiento de Jesús

He tratado de evitar esta conversación porque es muy espinosa. Pero, como de costumbre, Dios pone gente en mi camino preguntándome acerca de esto. De modo que ahi vamos...

Si bien "Co-redentora" ha sido un término discutido tardíamente y puede devenir en doctrina, es una creencia que existe desde los primeros siglod de la Iglesia. "Corredentora" se refiere a la participación de María en la obra de Jesús, de la manera que un pastor evangélico participa en la obra salvadora de Jesús cuando ora por la gente y predica el Evangelio. "Mediadora" se refiere a María en su rol de "Glorificar al Señor". (Lc. 1,46)

Los católicos no piensan que el cielo sea un lugar de muertos ni tampoco que María por lejos sea un ser muerto. Los católicos piensan que es un lugar viviente con mucha música y de todo un poco. Martin Lutero dijo que: "No cabe duda que la Virgen María está en el Cielo".(Aug 15, 1522) Los católicos creen que la Virgen María está en el cielo. Más sobre los Cristianos en el cielo aquí

María es una cristiana "renacida" que recibió el Espíritu Santo en Pentecostés y habló en lenguas 2000 años antes que los Pentecostales recibieran este don (Hech.1,14-2,3). Ella sabe como orar (sí, incluso en lenguas)

El "Sí" de Abraham y el "Sí" de María

Pienso que es útil comparar el "Sí" de María al Arcángel Gabriel con el "Sí" de Abraham al Arcángel del Antiguo Testamento. Primero miremos a Abraham en el Sacrificio de Isaac. Queda claro que es un tipo con fe. Abraham se jugó. Quiero decir, este hombre ya estaba grandecito y su esposa Sara no era joven que digamos tampoco. Aún así creyó en la promesa de Dios de que tendría una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo. El milagro ocurrió, Isaac nació y Abraham se alegró. Entonces Dios dando una vuelta por ahí le dijo: ¡Hey ahora sacrifica a Isaac, mátalo! Puedo imaginar todo lo que se le habrá pasado por la cabeza a Abraham en aquel momento pero sin embargo dio el paso adelante, se llevó a Isaac, lo ató, preparó el fuego y estuvo a punto de levantar el cuchillo. Él iba a sacrificar al único hijo que Dios le había dado, el hijo que se suponía iba a ser el padre el pueblo judío.

Tal como para Abraham se presentó un gran enigma cuando dijo "sí" a Dios, a María se le presentó un gran enigma cuando dijo "sí" en la anunciación. Ella temía que su "sí" probablemente le costaría su esposo, el amor de su vida y ella sería asesinada por lapidación, lo que pasaba con cualquier mujer que se embarazaba antes del matrimonio. Estaba más allá de ella saber como ocurriría esto sin perder a José ni ser apedreada hasta morir mientras Jesús se desarrollara en su interior. Así, al igual que Abraham, ella dijo "sí" y confió en el Señor.

En la historia de Abraham, Dios interviene maravillosamente. El angel apareció en el último minuto para evitar el sacrificio, Isaac fue salvado. En la historia de María, Dios envió un angel en el último minuto a José cuando tenía pensado "abandonarla en secreto" lo que hubiera sido desastroso ya que si ella no se hubiera casado, la gente del pueblo hubiera "reconocido" que ella era una adultera cuando su embarazo se comenzara a notar y la hubieran lapidado.

De modo que los católicos creen que el rol de María en la anunciación fue especial, de ninguna manera compartido por otro ser humano en la historia del mundo. La participación de María en el nacimiento de Jesús no fue pasiva. Ella tenía un papel que cumplir. El Angel Gabriel (todo un caballero) le preguntó si para ella estaba bien ser la madre del Salvador. Si ella hubiera dicho que "no" nada de lo que conocemos hubiera pasado.

Volvamos a Abraham. Diciendo "sí" a Dios el devino en el padre del pueblo de Dios, los Israelitas quienes están unidos por la sangre del linaje judío (Antigua Alianza). El "sí" de María la hizo madre de todo el pueblo de Dios quienes están unidos por la sangre de la alianza que es Jesús (Nueva Alianza). En otras palabras, tal como Abraham se hizo padre de Israel por lazos de sangre, María se hizo madre de todos los que comparten en la sangre de su hijo Jesús. María parece aludir a este lazo con el de Abraham cuando, después de decir: "Mi alma glorifica al Señor"... dice "como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia para siempre" (Lc. 1,55). Ella se hizo Madre de Jesús y de este modo madre de todos quienes comparten su sangre. Pablo parece hablar de esto:

"Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de que ustedes son hijos es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama a Dios llamándolo: ¡Abba! es decir ¡Padre! Así ya no eres más esclavo sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios."(Gal 4:4-7)

En el pasaje anterior vemos a María la madre de Jesús seguida por una explicación para nosotros como hijos. La palabra "mujer" es muy significativa. Es el título que Jesús le da en Caná (Jn 2,1-11) y a los pies de la Cruz (Jn 19,25-27). No es un título que la rebaja. Sino que nos lleva al jardín del Edén en que Eva fue llamada "mujer" (Gen 3,3). María es la nueva Eva. Su "sí" a Dios es el comienzo de los eventos que llevaran a nuestra redención de la caída causada por el "no" de Eva.

La mayoría de mis amigos evangélicos dicen que han sido lavados por la sangre de Jesús. Esta es la Nueva Alianza. Los católicos creen que María es madre de todos quienes comparten en la sangre de Jesús. "Hemos sido santificados por la ofrenda del Cuerpo de Jesucristo de una vez y para siempre" (Heb. 10,10). Los católicos creen que Jesús confirmó esto dando su madre a toda la humanidad a los pies de la Cruz.(Jn 19,25-27)

María compartió los sufrimientos de Jesús

El ofrecimiento de Isaac sobre el altar por Abraham (Gem 22,9) fue el comienzo de la práctica judía del ofrecimiento (la presentació) del primogénito como sacrificio a Dios. María respetó esta tradición cuando llevó a presentar a Jesús en el templo poco después de su nacimiento. Allí Simeón le dijo: "una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos" (Lc. 2,35). Esa profecía se cumplió a los pies de la Cruz. Cuando Jesús fue atravesado por la lanza, María fue quien experimentó ese dolor porque a esas alturas Jesús ya estaba muerto. Esta fue la "espada atravesando su corazón". Cualquier padre o madre que haya visto a su hijo quebrarse un brazo testificará que compartió su dolor.

Abraham fue eximido del sufrimiento de ver morir a su hijo, María no. Tal como la fe absoluta de Abraham le devolvió su hijo, María recibió a su Hijo de vuelta tres días después de que Él muriera. Dios es bueno.

..."a los pies de la Cruz de nuestro Salvador (Jn.19,26), el intenso sufrimiento de María, unido al de su Hijo, tal como el Papa Juan Pablo II nos dijera, fue "también una contribución para la Redención de todos nosotros" (Salvifici Doloris, n.25). Porque este íntimo compartimento de la redención cumplimentada por el Señor es único de la Madre del Redentor....referida por el Papa Juan Pablo II y la Iglesia como "Co-redentora"...Es importante denotar que el prefijo "co" en el título de "Corredentora" no significa "igual a" sino "con" por su etimología latina "cum". El título de Corredentora nunca ubica a María en un lugar de igualdad con su Divino Hijo Jesucristo; sino que se refiere a la participación de María, humana y por demás única total y completamente secundaria y subordinada al rol redentor de Jesús, quien es el único verdadero Dios y verdadero Hombre" (petition by Vox Populi Mariae Mediatrici).

Los católicos creen que el sufrimiento de María a los pies de la Cruz fue muy significativo. San Pablo dice: "Ahora me alegro de poder sufrir por ustedes y completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia"(Col 1,24). Por sus sufrimientos él está completando lo que falta a las aflicciones de Cristo por la Iglesia, y por nosotros. Este es un rol que todos podemos tomar...pero este rol depende de Cristo y está subordinado a Él. De modo que en sus propios sufrimientos, también la Madre del Redentor participa en la misión redentora de Jesucristo. Para más detalles sobre el valor del sufrimiento ver aquí

San Pablo dijo: "Ahora me alegro de poder sufrir por ustedes y completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia"(Col 1,24). Esto es evidencia de que algunos son llamados a compartir los sufrimientos de Cristo.

Algunos evangélicos piensan que la Iglesia maquilló y ensalzó el tema de María en los últimos siglos. Pero miremos lo que creía la Iglesia sobre la participación de María en la obra de Jesús en los Primeros Padres de la Iglesia:

Some Evangelicals think that the Church made this stuff up about Mary in the last couple of hundred years. But we see the Church's belief in Mary's participation in Jesus' work in the Early Church Fathers.

María, tú eres el vaso y tabernáculo que contiene todos los misterios. Tu conoces lo que los Patriarcas no conocieron, tu has experimentado lo que nunca ha sido revelado a los Ángeles, tu has escuchado lo que los profetas nunca escucharon. En una palabra, todo lo que fue oculto a las generaciones precedentes fueron conocidas por ti, y aún más, la mayoría de esas maravillas dependieron de ti. (270 D.C., San Gregorio Taumaturgo)

Bendita Virgen María, ¿Quién puede, merecidamente, retribuirte con alabanza y acción de gracias por haber rescatado un mundo caído con tu generoso consentimiento? (St. Agustin 430 D.C.)

En cierto modo, los pastores evangélicos también son corredentores

Ciertamente Jesús es el único mediador, y sólo Él los es entre Dios y los hombres. La Iglesia Católica enseña que no hay co-deidades subordinadas, ni redentores adicionales, ni mediadores adicionales.

Sin embargo, la mayoría de nosotros tiene la experiencia de que un amigo o ser querido le haya pedido intercesión. Quienes de entre ustedes que son pastores son frecuentemente llamados a interceder en oración y este es el modo en que ustedes están cooperando con Jesús en la salvación de aquel por quien oran. Una canción evangélica muy conocida de Audio Adrenaline dice: "I want to be your hands, I want to be your feet, I'll go where you want me"  ("quiero ser tus manos, quiero ser tus pies, iré adonde quieras"). Podemos ser mediadores en esta forma. No estamos diciendo que seremos mediadores entre Jesús y Dios para el género humano...pero podemos tener un rol subordinado y dependiente. Una vez más el prefijo latino "co" signifca "con" y no "igual a"

Cristo es el Centro

No hay otro camino para la oración cristiana que Cristo. Cualquiera sea su oración, comunitaria o personal, vocal o interior, tiene acceso al Padre solo si se ora "en el nombre" de Jesús....al invocarlo (Catecismo de la Iglesia Católica 2665-2666)

¿No es Cristo el Único Mediador?

Recibí un e-mail diciendo:

"Cristo es el único mediador entre Dios y el hombre (1 Tim. 2:5; Heb. 8:6; 9:15; 12:24)...Las Escrituras no pueden más claras en que Dios quiere comunicarse directamente con nosotros y ser cautelosos con aquellos que quieren introducirse en mediar."

Miremos el pasaje completo: I Tim.2,1-8

1 Ante todo te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres
2 por los soberanos y por todas las autoridades, para que podamos disfrutar de paz y tranquilidad y llevar una piadosa y digna
3 Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador
4 porque Él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad
5 Hay un solo Dios y un solo Mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo, hombre él también
6 que se entregó a sí mismo para rescatar a todos. Este es el testimonio que Él dio a su debido tiempo,
7 y del cual fui constituído heraldo y Apóstol para enseñar a los paganos la verdadera fe. Digo la verdad y no miento
8 Por lo tanto quiero que los hombres oren constantemente, levantando las manos al cielo con recta intención sin arrebatos ni discusiones

El versículo 5 (del 5 al 7) es justamente el conector de las ideas entre los 4 versículos previos con la sección que continúa en el versículo 8 y siguientes. En la primera parte (1 al 4) recomienda interceder - es decir Mediar- ante Dios por los demás en la segunda (8 y siguientes) pasará a explicar cómo hacerlo. El fundamento de porqué lo podemos hacer, es decir por qué podemos interceder está justamente en los versos 5 y 6, lo podemos y debemos hacer: porque Cristo hombre también se entregó en la cruz deviniendo en Mediador ante el Padre. ¡Todos pueden y deben MEDIAR, unos por otros, en virtud de Cristo! No olvidemos que para Pablo somos el "Cuerpo Místico de Cristo" (1 Cor.12,12-31) somos "parte" de Cristo. Todos los que estamos vivos (en la tierra como en el cielo) estamos llamados a mediar unos por otros en Cristo y ante Él.

La razón por la que la Biblia está dividida en capítulos para que cada versículo pueda ser interpretado en relación al contexto presentado por el capítulo. No es muy "académico" tratar de interpretar la Biblia tomando versículos separado fuera de su contexto, necesitamos considerar el pasaje, el capítulo que lo contiene. Por ejemplo, Jimmy Akins describe este capítulo así:

Su pensamiento [el de Pablo] es que debieramos ofrecer plegarias de intercesión por la salvación de la humanidad entera (vers.1) y vivir una vida santa (vers.2/8ss) porque eso agrada a Dios (vers3) en parte porque ayuda a que otra gente llegue al conocimiento de la verdad y se salve (vers.4). Esta verdad consiste en que solamente hay un Dios (vers.5a) y que es a través de Jesús que uno puede acercarse a Él (vers 5b) ya que Él murió en expiación por nuestros pecados (vers.6) [de lo que Pablo es testigo (vers.7)]

Es importante mirar cada pasaje bíblico en su contexto. Este pasaje que habla de Jesús como el único mediador comienza hablando de hacer oraciones y súplicas que son un modo de mediación recomendado por el pasaje para que lo hagamos unos por otros. Debemos orar unos por otros y esto es mediar. Nuestras palabras en la oración son efectivas porque lo hacemos en SU NOMBRE, Él es el mediador, nosotros sus ayudantes. De esto se trata este pasaje.

En Heb. 8,6 dice que Jesús recibió un ministerio muy superior al de cualquiera de los sumos sacerdotes y que el mismo Moisés cuando erigió la tienda del tabernáculo, la primera Alianza. Heb. 9,15 y 12,24 dicen que Cristo por su Sangre es el mediador de la Nueva Alianza; en estos tres versículos y su contexto los católicos están totalmente de acuerdo. Aceptamos totalmente que Él es el Mediador de la Nueva Alianza, sólo Cristo salva y redime por su Cruz y porque es el Mesías, Dios encarnado. Sin embargo vemos que hay enseñanzas bíblicas (como 1Tim. 2,1-8) que nos llaman a todos a ser sus colaboradores, participando en su ministerio y por su invitación. Por eso creemos que también y, de modo muy especial, también invitó a María compartir en su ministerio y como a Ella, Él nos invita a ti y a mí a tomar parte en su ministerio (la mediación y la co-redención).

 

Y... ¿De dónde sale este asunto de "María Mediadora"? 

 El Catecismo dice:

Jesús, el único mediador, es el caminoo de nuestra oración, María, su Madre y nuestra Madre es pura transparencia de Él...las Iglesias han desarrollado la oración a la Santa Madre de Dios, centrándola sobre la persona de Cristo, manifestada en sus misterios (Catecismo de la Iglesia Católica 2674-2675)

Los católicos ven una interesante comparación entre María, la Madre de Jesús y Eva en el Génesis. Eva se ubica entre la raza humana, el pecado y la caida. Ella es cierto sentido la "mediadora" del pecado original (Gen 3,3-24). Los católicos creen que el "Sí" (Lc.1,2) de María a Dios y su plan de redención revirtió el "no" de Eva y revirtió la negación de Eva a obedecer y cooperar con Dios. El sí de María y su cooperación con la Gracia destruyó el "no" de Eva y sus efectos (la caída). Los católicos no consideran accidental que Eva ("la mujer") sea formada del cuerpo de Adán ("el hombre") y que Jesús ("el hombre/Dios") haya sido formado del cuerpo de María ("la mujer"). Este punto de vista fue así planteado por San Justino, quien vivió entre 110-165 D.C. y es consistente con la comparación que hace San Pablo de Jesús con Adán.

Los católicos creen que María habla de este su rol en la eternidad en Lucas 1,46-49:

Mi alma glorifica al Señor,
Y mi espíritu se goza en Dios mi salvador.
Porque ha mirado la bajeza de su esclava;
Por tanto, desde ahora, todas las generaciones me llamarán bienaventurada.

De modo que su rol es magnificar al Señor y gozarse en Dios su Salvador. Ella debe ser humilde (y lo es). Para ver un objeto magnificado a través de una lupa uno debe ver el objeto a través de la lupa. La lupa no es lo que estamos mirando, lo que nos interesa. De hecho si nos enfocamos a ver la lupa no veremos el objeto que ella está magnificando. En el mismo modo, los católicos miran a Jesús a través de María. Los católicos creen que María pide. Esto es por lo que los católicos la llaman "Mediadora". En este pasaje de Lucas, nosotros también hemos sido llamados a hacer algo: "llamarla bienaventurada" y esto es para todas las generaciones, toda la gente y especialmente los cristianos, no solamente un pequeño grupito de ancianitas católicas.

En las bodas de Caná cuando Jesús comenzó su ministerio público, Jesús no quería realizar el milagro. Pero María insistió y dijo a los sirvientes: "Hagan todo lo que Él les diga" (Jn. 2,5). Jesús realizó el milagro y comenzó su ministerio público. Jesús no habría comenzado su ministerio público sin esta instigación de su madre.

Martin Lutero hablo de Maria en primera persona diciendo:

"Ninguna mujer es como tú. Tú eres más que Eva o Sara, bendita sobre toda nobleza, sabiduría y santidad." (Sermón, Fiesta de la Visitación, 1537).

Cuando María llevaba a Nuestro Señor Jesús en su vientre, la sangre de Jesús corría por sus venas. Esta señora tuvo un relación verdaderamente íntima con Nuestro Señor. Probablemente, María sea la persona más incomprendida de toda la historia. Si todo lo que he hecho por este sitio y escrito aquí sirviera tan sólo para ablandar unos poquitos corazones para con ella, me pondría extremadamente feliz y creo que Jesús también.

Toma nuestras oraciones en el santuario del cielo y llévalas a la paz de Dios...Santa María, ayuda al miserable, fortalece al desanimado, conforta al sufriente, ora por tu pueblo, ruega por el clero, intercede por todas las mujeres consagradas a Dios. Que todos quienes te veneran sientan ahora tu auxilio y protección...Brinda tu continuo cuidado al pueblo de Dios, tú que has sido bendecida por Dios y te has hecho merecedora de llevar en tu seno al Redentor del mundo, que vive y reina por los siglos. (San Augustín, 450 D.C. )

Conclusion

De modo que hay "big stuff" (cuestiones de peso) acerca de María. Cuestiones que irritan a algunos evangélicos. No soy un apologista. Hay mucho más que podría ser dicho aquí en defensa de estas doctrinas (puedes ver en los links de mi página una lista de sitios de apologética que aman tratar este tipo de cosas). Este artículo pretende ser una muestra de porqué la Iglesia cree lo que cree acerca de María. Más allá de toda esta doctrina y tanto rollo, la razón por la que creo que María está en el cielo ayudándonos es porque tuve personalmente una experiencia con María que no puedo negar. Nadie puede decirme que Ella está muerta. Para mí es tan claro como el día. Ella es una amiga que ora por mí y me ha mostrado cosas verdaderamente cool sobre su Hijo, Jesús. Creo que si hoy soy un mejor cristiano es por María.

Si tienes miedo de hablarle a María te invito a que ores a Jesús acerca de María. Estoy seguro que cualquier evangélico dirá que es perfectamente seguro orar a Jesús sobre cualquier cosa. Pregunta a Jesús qué hay con María y dale tiempo a responderte. Ruego porque puedas tener la misma experiencia que me ha llevado a mis poderosas convicciones sobre la validez de María como auxilio de los desamparados y gran guerrera de la oración.